ONE, TWO, THREE - 1961 - BILLY WILDER

Titulo en España: «Uno, dos, tres»

Qué nos cuenta:

    • C.R. MacNamara (James Cagney) es un alto ejecutivo de Coca-Cola destinado en Berlín durante la guerra fría. MacNamara recibe un encargo de su superior en Atlanta: cuidar de Scarlett, la alocada hija de éste. Al poco tiempo, Scarlett aparece casada con Otto Piffl, un convencido comunista de Alemania Oriental. Todo terminará de complicarse cuando descubra que, además de haber quedado embarazada, sus padres están viajando desde Atlanta para recogerla.

Tipo de humor:

    • La metralleta de las comedias políticas.

La crítica:

    • Billy Wilder y I.A.L. Diamond juntos de nuevo. Aquí podría acabar la crítica. Pero una película cuyos diálogos van más rápidos que los cortes de montaje de una película de Michael Bay se merece un poco más. Si Billy Wilder es Dios, James Cagney sería su discípulo más aventajado. Y es que es casi sobrehumana la interpretación que el señor Cagney se marca en este tren bala convertido en película. La precisión rítmica y la insultante velocidad de sus diálogos van más allá de toda lógica. No en vano, Wilder y Diamond escribieron en el guión: “Esta partitura debe interpretarse moltofurioso. Velocidad aconsejada: 110 millas la hora en las curvas y 140 en las rectas”. Y aún diría que durante el rodaje, pisaron el acelerador…
      Si bien es cierto que la película tuvo muchos problemas y fue un fracaso de taquilla (costó 3 millones y apenas recaudó 4), hoy día es considerada una de las mejores comedias de todos los tiempos. Y es que es cierto que mezclar política, guerra fría, Alemania post-nazismo, Coca-Cola y humor es un cóctel más molotov que no uno con sombrillita y rodaja de limón; pero si algo aprendió Wilder de su maestro Lubitsch era a salir airoso y triunfante de los mayores “fregaos”. Y sí, amigos, este fue un gran “fregao” porque, aunque es cierto que la película se posiciona más a favor del capitalismo que del comunismo, Wilder y Diamond no dejan títere con cabeza y todo el mundo recibe su patada en el culo correspondiente. Hasta la Coca-Cola en ese impagable plano final, en el que Cagney comienza a sacar botellas del famoso refresco hasta que le toca la suya y resulta ser… ¡Una Pepsi!

El momento:

    • Toda la parte final de la película, cuando intentan reconvertir al marido comunista en un respetable miembro de la realeza. Una auténtica montaña rusa.

La frase:

    • ¡Eso es justo lo que el mundo necesita… otro pequeño bebé bolchevique!

La anécdota:

    • La broma que hacen en una secuencia sobre los puros cubanos y los misiles rusos se convirtió en un presagio, ya que un año después del rodaje de la película, se descubrieron en Cuba misiles soviéticos.

Dónde verla:

*link a la web de Filmaffinity

 
(2022)- por Alejandro Moreno de 3ph Producciones


TRAILER

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