Titulo en España: «El Baile de los Vampiros»

• • Año: 1967
  • Duración: 111 min
  • País: Reino Unido
  • Género: Comedia. Terror | Vampiros. Parodia. Siglo XIX. Comedia de terror
  • Dirección: Roman Polanski
  • Guion: Gérard Brach, Roman Polanski
  • Música: Christopher Komeda
  • Fotografía: Douglas Slocombe
  • Reparto Jack MacGowran, Roman Polanski, Sharon Tate, Alfie Bass, Ferdy Mayne, Jessie Robins, Iain Quarrier, Terry Downes, Fiona Lewis
  • Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)

Qué nos cuenta:

• • El profesor Abronsius y Alfred, su fiel ayudante, llegan a un remoto pueblo de Transilvania, atraídos por la sospecha de la presencia de vampiros. El conde Von Krolock, que habita en un castillo de la zona, secuestrará a Sarah, la hija del posadero, y Abronsius y Alfred, este último enamorado de la joven, se escabullirán dentro del castillo para resolver el misterio.

Tipo de humor:

• • Absurdo, slapstick y negro.

La crítica:

• • Año 1967: La productora británica Hammer es la reine del terror gótico a nivel mundial. Y entonces, un joven de apenas 33 años llamado Roman (Polanski), decide coger el género y darle una vuelta de tuerca hacia la comedia absurda y el slapstick más tronchante, pero manteniendo tanto ese aire gótico, como cierto sentido de lo trágico en perfecto equilibrio; sorprendente para un director tan joven en aquel momento. Y así es como podemos disfrutar de “El Baile de los Vampiros”.
    Esta comedia inigualable nos presenta a un viejo profesor universitario, especializado en el vampirismo, que Polanski representa como la versión más chiflada de Albert Einstein (el parecido es más que razonable), y sus aventuras junto a Alfred (el propio Roman Polanski, en uno de sus mejores papeles). El tono va variando desde el terror a lo trágico, pero siempre manteniendo ese trasfondo cómico, tanto en ciertos diálogos como en ciertas interpretaciones (la expresión corporal de Abronsius y de Alfred son rotundamente ‘cartoonescas’). A esto hay que añadir esa interpretación cándida, inocente y casi celestial de la tristemente desaparecida apenas dos años después, Sharon Tate, cuya belleza contrasta solemnemente con la fealdad que rodea a básicamente todos los personajes. Destacar dos momentos absolutamente geniales: El primero, la secuencia en que Abronsius y Alfred intentan adentrarse dentro de la cripta, para acabar con el malvado conde Von Krolock; la segunda, por supuesto, toda la secuencia del momento del baile, rodada de una forma exquisita.
    La fotografía de un ya curtido Douglas Slocombe, al que aún le faltaban unos cuantos años para coronarse como uno de los grandes de la historia, con películas como “En busca del arca perdida” o “Jesucristo Superstar”, borda a la perfección esa imagen ‘Hammeriana’ tan peculiar, y la música de Krzysztof Komeda termina de hilvanar, junto al diseño de producción de Wilfrid Shingleton, lo que acabó por convertirse en una de las mejores películas de vampiros de la historia del cine.

El momento:

• • Abronsius, Alfred y Sarah intentan huir del castillo durante el susodicho baile de los vampiros. Mientras están todos bailando (ellos tres incluidos), son descubiertos al ser los únicos que se reflejan en el gran espejo del salón.

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